viernes, 10 de agosto de 2012

domingo, 22 de julio de 2012

A un amante.

Poco a poco me sumerjo en un universo de demencia
donde lo único que sosiega mi atrevida locura eres tú.
Tú presencia, tus besos, tu mirada, tu ser...

Me envuelves en tu mundo
como la noche acapara el absoluto de lo que mis ojos alcanzan,
tu oscuridad es aun más profunda de lo que mi tenebrosa alma contemplara.

Trato de mantener un poco de cordura,
de amarrar mi alma grabada a una estaca que me recuerde la realidad,
de forjar inmensos muros donde tallo cada momento vivido y
cada realidad a veces omitida,
para así no olvidar quien soy yo en tu universo y
quien eres tú en el mío.
Mundos distintos, humanos que se aman en lo prohibido.

Te he mentido al decir que eres simplemente uno más,
que te puedes largar de mi vida sin alguna particularidad,
que quiero amar a otro y merezco a alguien más.

Aprovecho a tope el instante en el que a mi lado estas, y
en las noches derramo alcohol sobre la pútrida herida que me provoca el pensar
que ella, le hace el amor al amor de mi vida.

En ocasiones.


lunes, 21 de mayo de 2012

Mutilado.


¿Dónde está la mujer que me juró amor desde el primer te amo que salió de sus labios?

¿Acaso escuchas mis gritos?

Te quedaste a excavar mis humillaciones, mis debilidades y mi dolor
Te quedaste a profesar devoción
Te quedaste cada noche a acariciar mi cabello

Te quedaste cada noche a continuar con el plan de mutilación de nuestro amor

Ahora tengo el alma sucumbida
Ahora tengo el terror en medio de la mirada
Ahora tengo la incertidumbre en cada palabra

Ahora tienes mis órganos sobre el mesón de tu cocina

Cuánto olor a putrefacción ahí en tu amor.
O será acaso que la victima ha sido desalojada
Y el lugar dispuesto para una nueva presa.

Me resulta excitante tu disfraz.

Te he visto lamer y escribir con tu propia sangre
poemas a otro infalible amor

Tu artificio he descubierto,
que elocuente y consagrada me resultabas.

Ahora me revuelco entre la tierra,
golpeo mis puños contra mi cabeza
y lanzo gritos de impotencia a la tormenta.

Aunque tan exquisita me resulta tu falsedad
que me provocó de convertirme en un amnésico de ella
y con algo de masoquismo decido continuar.

Que placentero resulta estar postrado en tu mesa de descuartización
Me deleito en el camino hacia el sacrificio

Me resulta excitante tu disfraz.

Yo también quisiera tajar en tu piel plegarias de amor
Que perduren en el tiempo,
en la distancia...
en el próximo mártir.

lunes, 23 de abril de 2012

Smoke On The Water.


Caminas por las calles solitarias de mi mente
abro los ojos y estas tú justo en frente.

Por un instante entre la alucinación que me produce el humo
te vi en mi vida con mil rostros, pero siempre fuiste tu.

Abro los ojos y me sumerjo en el agua
como queriendo lavar con ella mis divagaciones,
pero tú permaneces ahí.
Tan real, tan irreemplazable, tan el amor de mi vida.

La tina, las velas, el trago dulce, el humo… tu.
Qué momento más cálido, imborrable, oscuro y alucinante.
¡Sin duda aquí la droga más adictiva eres tú!

Estas ahí observándome de esa manera que aún me resulta indescifrable,
de esa manera en que quiero que me mires cada día.
Estas aquí lavando mi cuerpo con tus manos colmadas de agua.

Mi mirada se clava en tus labios rojos, en tu cabello húmedo,
en la forma en que cada gota de agua se desliza por tu cuerpo.

Hay momentos en los que no sé si te comparto a viva voz mis deseos,
o tan irreal eres que puedes oír mis pensamientos.

Ahora tengo tus labios entre mis dientes, tu lengua entre mi boca,
tu saliva en mi garganta, tu cabello sobre mis senos y
tus manos en mi cuello queriendo impedirme respirar el aire que te sobra.

Mientras danzamos bajo el agua, siento hervir algo bajo mi pelvis
siento mis labios engrosarse,
tu respiración acelerarse y la mía casi apagarse.

Ahora tu piel va quedando dentro de mis uñas.
Trozos de mis labios dentro de tus dientes.

El deseo ahora se ha convertido
en mi único pensamiento y mi único sentimiento.
Mis oídos se extasían en medio de ese concierto delicioso de tus gemidos y el blues.

Ahora ese instante casi celestial,
esa sensación del placer de la existencia humana,
ese hervor que recorre nuestros cuerpos.

Tus manos, tus piernas, tu cabello, tus labios, tu rostro.
Ahora algo me da vueltas bajo el estomago.
Ahora algo hierve, presiona y recorre desde mis rodillas hasta mi garganta.

Quiero tenerte por siempre de esta manera,
quiero que esta sensación nunca se acabe.

Tu fuerza irrumpe dentro de mi cuerpo,
me empuja hacia un derroche de orgasmos.

El agua suena cual olas gigantes,
el agua golpea mi vientre y mis senos como fuerte cascada.

Y ahora el instante de sexo detenido evacuando de mi cuerpo...
Nadie acaricia mi cuerpo como tú.
Nadie irrumpe en mi deseo y mi lujuria como tú.

Quédate entre mis muslos mientras las pequeñas olas en nuestra bañera
se apagan poco a poco chocando contra nuestros pechos.