lunes, 21 de mayo de 2012

Mutilado.


¿Dónde está la mujer que me juró amor desde el primer te amo que salió de sus labios?

¿Acaso escuchas mis gritos?

Te quedaste a excavar mis humillaciones, mis debilidades y mi dolor
Te quedaste a profesar devoción
Te quedaste cada noche a acariciar mi cabello

Te quedaste cada noche a continuar con el plan de mutilación de nuestro amor

Ahora tengo el alma sucumbida
Ahora tengo el terror en medio de la mirada
Ahora tengo la incertidumbre en cada palabra

Ahora tienes mis órganos sobre el mesón de tu cocina

Cuánto olor a putrefacción ahí en tu amor.
O será acaso que la victima ha sido desalojada
Y el lugar dispuesto para una nueva presa.

Me resulta excitante tu disfraz.

Te he visto lamer y escribir con tu propia sangre
poemas a otro infalible amor

Tu artificio he descubierto,
que elocuente y consagrada me resultabas.

Ahora me revuelco entre la tierra,
golpeo mis puños contra mi cabeza
y lanzo gritos de impotencia a la tormenta.

Aunque tan exquisita me resulta tu falsedad
que me provocó de convertirme en un amnésico de ella
y con algo de masoquismo decido continuar.

Que placentero resulta estar postrado en tu mesa de descuartización
Me deleito en el camino hacia el sacrificio

Me resulta excitante tu disfraz.

Yo también quisiera tajar en tu piel plegarias de amor
Que perduren en el tiempo,
en la distancia...
en el próximo mártir.