Dame tu lengua por estropajo,
deja que lave de mi piel de tus mentiras y falsas caricias.
Ya hasta la soledad tengo desaparecida,
no hay vino en la botella,
ni tinta en la pluma, y
así, como pluma me siento yo.
Algo de aquí voló, y
la razón para respirar profundo feneció.
Quiero descolgar los parpados y flotar ligera entre los hilos de tu cabello claro,
deseo transitarte con mi olfato y amarrar tu aroma a mis pasos.
Alivia mis lamentos con tu sexo apasionado,
reanima en mis entrañas las mariposas suicidadas
o dale una ejecución impecable a mi desgraciado amor.
Quiero que me arranques el querer como llego y de una vez por todas me liberes del dolor.
Apágame con tu saliva,
extíngueme con tu indiferencia,
restríngeme con tu resignación y
encierra mis sueños fracasados en tu cajón.
Liquídame el amor con el orgasmo vertiginoso de tu pasión.